
Mi nombre es Patricia Viñuela y nací en Sabadell en 1980.
Soy diplomada en Relaciones Laborales por la Universitat Autònoma de Barcelona y graduada en Psicología por la Universitat Oberta de Catalunya.
A pesar de que siempre habían despertado mi curiosidad, me adentré en el mundo de los Trastornos de la Conducta Alimentaria durante mis estudios en el marco de la asignatura “Psicopatologia Infantil” y los pude analizar más en profundidad durante mi primer Pràcticum, en un Centro de prevención y tratamiento de los mismos.
He trabajado siempre en el ámbito de la Administración y la Atención al Cliente, pero desde mi niñez ya conocía mi auténtica vocación: Ayudar los otros y la mente humana.
La Autora

Esta web nace como Trabajo Final de Grado de Psicología. Debido al interés de la autora por los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA) y con la intención de incidir sobre los efectos negativos de la proliferación de las páginas “Pro Ana (referente a la Anorexia Nerviosa) y Mía (Bulimia Nerviosa)”.
Hace aproximadamente veinte años que se inició este movimiento a través de la red y tiene como finalidad agrupar personas con diagnósticos o conductas de Anorexia Nerviosa y de Bulimia Nerviosa. Las páginas y foros Pro Ana y Mía, han sido existiendo y proliferando en numerosos países, pero tan sólo hace unos años que han salido con más fuerza a la luz pública y la existencia de este movimiento a partir de entonces ha proliferado de manera exponencial.
Las web “Pro Ana y Mía” no consideran los TCA como enfermedades, hablan de estilo de vida y rehúyen de reconocer que suponen un grave problema para la salud.
Por otro lado, se ha producido un incremento de casos de TCA en las últimas décadas y las causas de este aumento, sin tener en cuenta la mejora en los instrumentos para el diagnóstico, son de cariz psicosocial. Los jóvenes y adolescentes, cada vez tienden más a involucrarse en regímenes en su dieta y los mass media hacen una difusión del tema de manera creciente.
Aun así, la evolución de los TCA a lo largo del tiempo y el ritmo vertiginoso de cambio en nuestra sociedad de la información, pone de manifiesto la relación existente entre los trastornos mentales y los acontecimientos sociales.
Nos preguntamos que si usando la red como canal y publicando informaciones adecuadas para la salud podemos combatir la proliferación de la apología a los TCA, pues estos se han convertido en un problema importante para cada vez más personas.